Historia Corta Zarpitas y Animal II

 Y sin más, Saray se despidió con la mano y se fue a su casa riéndose. 

Mi exceso de energía al saber que estaba siendo correspondida me hizo dar saltitos por la estancia. 
En momentos como éstos adoraba a mis gatos, y ser torpe. 

En un momento mi ansiedad subió, y mi energía cayó en picado. ¿Me había oído todo?¿La música que ponía cuando me duchaba...¿¿los grititos cuando veía algún bicho e incluso el bailecito que me acaba de marcar???

Dije en bajito, Saray si me escuchas, da un toque en la pared. 

Esperé pero nada pasó. 

Así que subí el tono al que usaba normalmente y dije: Saray, si quieres cenar, dame un toque en la pared. 

Un golpe sonó. Me morí de vergüenza y solté un gemido resignado. Al otro lado de la puerta estaba Saray, no había subido a su piso.

+Verás es que me he dejado una cosa en tu casa, ¿Puedo pasar? 

Me pregunté qué sería, si no traía nada...pero igualmente me quité de la puerta abriendo el camino. 

-Oye... ¿me escuchas muy a menudo? 
+Sólo cuando cantas, te ríes o gritas a Animal por correr y a Zarpitas por tirarte los bolígrafos que siempre le dices que son muy caros 

-Es que son muy caros, son lápices de cristal y si se caen, se rompen y tengo que comprar otro. 

+Es que son muy caros, son lápices de cristal y si se caen, se rompen... -Dijo a la vez que yo Saray.

Y sin más me empecé a reír. Hacía muchisimo tiempo que no reía con alguien, que no me atrevía a reír con otra persona humana, con nadie que no fueran mis gatos. 

Hacía 5 años desde que Elena me abandonó, me dejó y se marchó con ella mi felicidad. 

 Quizás...era momento de abrirme a alguien. Quizás podría... 

Mientras pensaba en ello Animal corrió hacia Saray y ella lo cogió en brazos mientras yo le decía: +Cuidado a Animal no le gusta que le retengan. Puede morderte o arañarte o...
-Quizás, igual que a la dueña, no le han dado la sensación de protección que necesita para ser retenido. 

Cuando entendí que me estaba dando a elegir y no reprochando mi estilo de crianza gatuna me digné a mirarla a la cara, pues, hasta entonces había mirado el suelo conteniendo mi furia. 

Animal estaba restregando su cara con la de Saray, él nunca dejaba que nadie le tocara. 

+Definitivamente, a Animal le caes bien. 

-¿Sólo a Animal?-Respondió Saray con una sonrisa torcida. 

Y NO RECUERDO CÓMO PERO LO HICEEEE. 

La besé rudo para mi, suave para ella. La besé por, por lo menos, 3 segundos. Y ella no soltó a Animal en ese tiempo, como si estuviera esperando ese momento. 

Soltó a Animal en el suelo con mucho cuidado, y mirándome, dio un paso al frente. 

+Por...primera vez en...mucho tiempo... deseo que alguien me acaricie- Dije mirándola, mis manos temblaban de los nervios y sentí mis piernas flaquear. 




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