Historia corta Zarpitas y Animal V (Final)
Y al final, así fue. Fue todo normal, natural, como debía ser, como un río fluyendo. A veces teníamos problemas, pero Saray sabía justo cuándo parar de presionarme para que yo no me rompiera, y yo sabía cuando abrazarla para que ella no se sintiera presionada.
A decir verdad... las relaciones son eso. Hablar. Conocer a la persona que tienes en frente y cuidar de tus animalitos. Animal se había acostumbrado tan rápido como yo a tenerla muchas horas en casa, así que fuimos a mirar pisos que admitieran mascotas, que estuvieran cerca de un gimnasio ( para Saray, porque por supuesto, yo seguía sin salir al gimnasio) y si pudiera ser, la universidad. Quería continuar mi vida allí dónde la había dejado ahora 6 años atrás.
No había ningún piso pero Saray decidió venirse a vivir a mi casa. La cama del dormitorio tuvo que ser cambiada por una de 2x2 metros y la pusimos en la habitación de los "bonsais", para que los peques dejasen de subirse a la cama pero vivieran a nuestro lado felices.
Todo resulto más fácil una vez nos acomodamos, fue como piezas del puzzle que encajan haciendo un mínimo de presión. Nada resultaba demasiado difícil como para no poder superarlo pero a la vez nada era tan fácil como para despreciarlo.
¿Quién sabe que depara el futuro? Lo que yo sí sé, es que podré con la ansiedad, podré tener una vida autónoma...espero y funcional, de eso estoy segura. Y seguiré contando historias como la mía, como la de Zarpitas y Animal para que se haga realidad mi sueño...
Cerré el ordenador al terminar de leer aquello. Animal, Zarpitas, Saray y Balto ( un pequeño perrito pastor) ahora eran mi familia real. Habíamos formalizado la relación y sí, cumplí mi sueño. Ahora soy una escritora reconocida.
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